-gracias, señor.
-estire las piernas.
-muy amable de su parte, señor.
-Stirkoff, tengo entendido que ha estado usted escribiendo artículos sobre justicia, igualdad; también sobre el derecho al gozo y a la supervivencia. ¿Stirkoff?
-¿sí, señor?
-¿cree usted que habrá algún día una justicia total y razonable en el mundo?
-en realidad no, señor.
-¿por qué escribe entonces esa mierda? ¿es que no se siente bien?
-he estado sintiéndome raro últimamente, señor, casi como si estuviese volviéndome loco.
-¿bebe usted mucho, Stirkoff?
-por supuesto, señor.
-¿y se la menea?
-constantemente, señor.
-¿cómo?
-no entiendo, señor.
-quiero decir, ¿cómo se lo monta?
-cuatro o cinco huevos crudos y una libra de carne picada en un florero de cuello estrecho, oyendo a Vaughn Williams o a Darius Milhaud.
-¿de cristal?
-¿cómo dice, señor?
-me refiero al florero, ¿es de cristal?
-claro que no, señor.
-¿ha estado usted casado alguna vez?
-varias veces, señor.
-¿qué fue mal?
-todo, señor.
-¿cuál fue la mejor tía que se tiró?
-cuatro o cinco huevos crudos y una libra de carne picada en un...
-está bien, está bien.
-sí, lo está.
-¿comprende que su anhelo de justicia y de un mundo mejor es sólo una pantalla para ocultar la -decadencia y la vergüenza y el fracaso que hay en su interior?
-sí.
-¿tuvo un padre malvado?
-no sé, señor.
-¿qué quiere decir con eso de que no sabe?
-bueno, es difícil comparar. sólo tuve uno, sabe.
-¿se está usted haciendo el gracioso conmigo, Stirkoff?
-oh no, señor. como dice usted, la justicia es imposible.
-¿le pegaba su padre?
-se turnaban.
-creí que sólo tenía usted un padre.
-como todos los hombres. quiero decir que mi madre también intervenía.
-¿le quería ella?
-sólo como una extensión de sí misma.
-¿qué otra cosa puede ser el amor?
-el sentido común para preocuparse muchísimo por algo muy bueno. no hace falta estar relacionado por la sangre. puede ser una pelota de playa roja o una tostada con mantequilla.
-¿quiere decir que puede usted AMAR a una tostada con man¬tequilla?
-sólo a veces, señor. algunas mañanas. con ciertos rayos de sol. el amor llega y se va sin avisar.
-¿es posible amar a un ser humano?
-claro, sobre todo si no los conoces demasiado bien. me gusta observarlos desde mi ventana, ver cómo bajan andando por la calle.
-Stirkoff, es usted un cobarde.
-por supuesto, señor.
--¿cuál es su definición de un cobarde?
--un hombre que se lo pensaría dos veces antes de enfrentarse a un león con las manos vacías.
--¿y cuál es su definición de un valiente?
--un hombre que no sabe lo que es un león.
--todos los hombres saben lo que es un león.
--todos los hombres suponen que lo saben.
--¿y cuál es su definición de un imbécil?
--un hombre que no comprende que básicamente se están des¬perdiciando Tiempo, Estructura y Carne.
-¿quién es un sabio, pues?
-no hay ningún hombre sabio, señor.
-entonces no puede haber imbéciles. si no hay noche no puede haber día; si no hubiese ningún blanco no podría haber ningún negro.
-disculpe, señor. creí que todo era lo que era, sin depender de otra cosa.
-ha metido usted el pijo en demasiados floreros. ¿no entiende que TODO es correcto, que nada -puede ser incorrecto?
-comprendo, señor, que lo que pasa, pasa.
-¿qué diría sí yo hiciese que le decapitasen?
-no podría decir nada, señor.
-quiero decir si yo hiciese que le decapitasen yo seguiría siendo la Voluntad y usted se convertiría en Nada.
-me convertiría en otra cosa.
-a mi ELECCIÓN.
-a nuestras elecciones, señor.
-¡relájese! ¡relájese! estire las piernas.
-sois muy gentil, señor.
-no, somos muy gentiles los dos.
-por supuesto, señor.
-dice usted que a menudo siente esta locura. ¿qué hace usted cuando le asalta?
-escribo poesía.
-¿es poesía locura?
-la no-poesía es locura.
-¿qué es locura?
-locura es fealdad.
-¿qué es feo?
-algo distinto para cada hombre.
-¿la fealdad es inherente?
-ella está ahí.
-¿es inherente?
-no sé, señor.
-finge saber. ¿qué es saber? ¿qué es ciencia?
-saber lo menos posible.
-¿cómo es posible eso?
-no sé, señor.
-¿puede construir un puente?
-no, señor.
-¿puede hacer un arma?
-no, señor.
-esas cosas son los productos del saber.
-esas cosas son puentes y armas.
-tendré que hacer que le decapiten.
-gracias, señor.
-¿por qué?
-es usted mi motivación cuando tengo muy poca.
-soy JUSTICIA.
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-quizás.
-soy el Ganador. haré que le torturen, le haré gritar. haré que desee la muerte.
-por supuesto, señor.
-¿comprende que soy su amo?
-es usted mi manipulador; pero no hay nada que usted pueda hacerme que no pueda hacerse.
-cree decir cosas muy inteligentes pero entre alarido y alarido no dirá nada inteligente.
-lo dudo, señor.
-por cierto, ¿cómo puede andar oyendo a Vaughn Williams y a Darius Milhaud? ¿conoce a los -Beatles?
-oh, señor, todo el mundo conoce a los Beatles.
-¿no le gustan?
-no me disgustan.
-¿le disgusta algún cantante?
-no me pueden disgustar los cantantes.
-bueno, ¿cualquier persona que intente cantar?
-Frank Sinatra.
-¿por qué?
-evoca una sociedad enferma en una sociedad enferma.
-¿lee usted los periódicos?
-sólo uno.
-¿cuál?
-OPEN CITY.
-¡GUARDIA! ¡LLEVE A ESTE HOMBRE A LAS CAMA-RAS DE TORTURA INMEDIATAMENTE -Y EMPIECE A ACTUAR!
-¿una última petición, señor?
-sí.
-¿puedo llevarme conmigo el florero?
-no, ¡lo usaré yo!
-¿señor?
-quiero decir que lo confiscaré. vamos, guardia, ¡llévese a ese idiota! y vuelva usted con, vuelva -con...
-¿sí, señor?
media docena de huevos crudos y un par de libras de ternera picada...
salen guardia y preso. el rey se echa hacia adelante, sonríe malévolamente mientras Vaughn Williams suena por el interco-municador. fuera, el mundo avanza como un perro comido de pulgas meando en un hermoso limonero que vibra al sol.